Cuando se emprende un viaje, la mente se abre a nuevas alternativas; a otros paisajes. Es casi vivir la esperanza de ser sorprendido en cada momento, en cada rincón. Y allí reside casi todo el atractivo de la experiencia. Así, casi al doblar la esquina me encontré con una sorpresa nacida en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires en Argentina, que luego de cumplir con los estudios que la vocación le impuso, dejó la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad de La Plata y se mudó al Fin del Mundo. Allí donde encontré su obra, en Ushuaia, en la Provincia de Tierra del Fuego, donde se va terminando la Patagonia y nace la Antartida. Allí donde los días duran veinte horas o cuatro según la estación. Allí donde se hace patria solo con estar. Más lejos aún que nuestras queridas Islas Malvinas.
Impresionado por la obra, comenzó el calvario de tener mayor información sobre la autora, que simplemente firmaba Elsa Zaparat. Curiosamente los encargados del lugar donde encontré algunas de sus obras, no podían darme ninguna información de donde contactar o ver más de su trabajo, así que comenzó la investigación necesaria que nos lleva a esta nota y que trata de dar a conocer aún más a esta artista argentina que nos llega con imágenes de gran sensibilidad y superior factura.
Para quienes viven la naturaleza del sur puede que no los sorprenda. Dicen que en otoño los bosques se tiñen de varias tonalidades: amarillos, rojos, verdes… gracias a la Lenga que muda su follaje a estos colores , al Ñire y al Maiten. El Cohiue, siempre verde por sus hojas perennes acompaña a aquellas flores salvajes que siempre asoman entre los pastos y las rocas de la zona cordillerana. Elsa los mira con ojo avezado y los plasma en su estilo preferido: el Naíf. La seriedad oscura de la montaña le sirve de fondo rocoso a aquellos árboles que asombran y enamoran. Sin lugar a dudas el pincel de Elsa les hace justicia y los muestra tal como quisiéramos verlos siempre. Un poco de otoño, algo de primavera, no mucha nieve y casi ninguna sequedad veraniega. Un mundo Hoobit que trasciende el lienzo y nos alcanza en los lugares donde tenemos guardados nuestros recuerdos, los cuentos, aquél sol de la tarde…
Pero Elsa no es solo una documentalista de la naturaleza, en las fotos que hoy les muestro, no se hace real justicia a su obra, pero si muestra por ejemplo una visualización del famoso Almacén de Ramos Generales de Ushuaia, hoy devenido, Museo - Bar, y que en próximas entregas incluiremos en un post. Nos quedaría pendiente el deseo de poder ver en Internet algo de su reciente muestra “Té de locas” presentada en la histórica Casa Beban de Ushuaia, pero bueno, esperaremos que alguien más la convenza de publicar en este medio para que todos los que tal vez no podemos visitar una galería de arte o viajar hasta Ushuaia podamos disfrutar de su trabajo ya que no existe obra sin un público que la admire. Nosotros, los que nos maravillamos con las imágenes y el color que ella nos acerca, estaremos eternamente agradecidos.
Impresionado por la obra, comenzó el calvario de tener mayor información sobre la autora, que simplemente firmaba Elsa Zaparat. Curiosamente los encargados del lugar donde encontré algunas de sus obras, no podían darme ninguna información de donde contactar o ver más de su trabajo, así que comenzó la investigación necesaria que nos lleva a esta nota y que trata de dar a conocer aún más a esta artista argentina que nos llega con imágenes de gran sensibilidad y superior factura.
Para quienes viven la naturaleza del sur puede que no los sorprenda. Dicen que en otoño los bosques se tiñen de varias tonalidades: amarillos, rojos, verdes… gracias a la Lenga que muda su follaje a estos colores , al Ñire y al Maiten. El Cohiue, siempre verde por sus hojas perennes acompaña a aquellas flores salvajes que siempre asoman entre los pastos y las rocas de la zona cordillerana. Elsa los mira con ojo avezado y los plasma en su estilo preferido: el Naíf. La seriedad oscura de la montaña le sirve de fondo rocoso a aquellos árboles que asombran y enamoran. Sin lugar a dudas el pincel de Elsa les hace justicia y los muestra tal como quisiéramos verlos siempre. Un poco de otoño, algo de primavera, no mucha nieve y casi ninguna sequedad veraniega. Un mundo Hoobit que trasciende el lienzo y nos alcanza en los lugares donde tenemos guardados nuestros recuerdos, los cuentos, aquél sol de la tarde…
Pero Elsa no es solo una documentalista de la naturaleza, en las fotos que hoy les muestro, no se hace real justicia a su obra, pero si muestra por ejemplo una visualización del famoso Almacén de Ramos Generales de Ushuaia, hoy devenido, Museo - Bar, y que en próximas entregas incluiremos en un post. Nos quedaría pendiente el deseo de poder ver en Internet algo de su reciente muestra “Té de locas” presentada en la histórica Casa Beban de Ushuaia, pero bueno, esperaremos que alguien más la convenza de publicar en este medio para que todos los que tal vez no podemos visitar una galería de arte o viajar hasta Ushuaia podamos disfrutar de su trabajo ya que no existe obra sin un público que la admire. Nosotros, los que nos maravillamos con las imágenes y el color que ella nos acerca, estaremos eternamente agradecidos.
Aquí te dejo un enlace al Museo Marítimo de Ushuaia por si deseas informarte un poco más sobre esta artista argentina. Chau.
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