A fines de los años 60 Terry Gillian se encontraba viviendo en Londres y comenzaba un proyecto con cuatro amigos. Él era el único extranjero de una sociedad que le dió al mundo un nuevo tipo de humor, totalmente sorpresivo, irreverente y anticonvencional: los Monty Python. (Grupo que como nuestros Les Luthiers, se encuentra conformado casi en su totalidad por profesionales universitarios, que abandonaron sus profesiones originales para abrazar la del espectáculo.)
Monty Python arrasó con las mediciones en la BBC y terminó fundando una marca que dura hasta el día de hoy. Una de las características del grupo tenía que ver con las aperturas y conexiones entre los sketches que se realizaban con animaciones tipo colage y que eran obra principalmente de Terry Gillian y técnicamente del grupo de animación de la BBC.
Elvis Presley y George Harryson han sido fanáticos de este grupo sin igual y han llegado a producir algunos de sus proyectos. El primer largometraje de los Monty Python fue Monty Python and the Holy Grail (1975), que fue dirigida por Terry Gillian y su compañero Terry Jones. Esta fue la gran oportunidad soñada para este director meticuloso pero totalmente autodidacta que había abandonado las Ciencias Sociales. Aplicó casi siempre un estilo particular: la Distopía o “utopía perversa” que se puede observar en otras obras de los Python, como por ejemplo la introducción fuera-dentro de la película El sentido de la Vida, The Crimson Permanent Assurance o en Twelve Monkeys (1995). Otros de los títulos de Terry son:Jabberwocky (La bestia del reino) (1977), Time Bandits (1981), Las aventuras del Barón Munchausen (1989), El rey pescador (1991) (Pescador de ilusiones), la mencionada Twelve Monkeys (Doce monos) (1995), Fear and Loathing in Las Vegas (Miedo y asco en las Vegas) (1998), (Los hermanos Grimm) (2005), Tideland (2005) (no me gustó), The Imaginarium of Doctor Parnassus (2009) y Brazil (Brasil) (1985), la película que les traigo hoy.
Elvis Presley y George Harryson han sido fanáticos de este grupo sin igual y han llegado a producir algunos de sus proyectos. El primer largometraje de los Monty Python fue Monty Python and the Holy Grail (1975), que fue dirigida por Terry Gillian y su compañero Terry Jones. Esta fue la gran oportunidad soñada para este director meticuloso pero totalmente autodidacta que había abandonado las Ciencias Sociales. Aplicó casi siempre un estilo particular: la Distopía o “utopía perversa” que se puede observar en otras obras de los Python, como por ejemplo la introducción fuera-dentro de la película El sentido de la Vida, The Crimson Permanent Assurance o en Twelve Monkeys (1995). Otros de los títulos de Terry son:Jabberwocky (La bestia del reino) (1977), Time Bandits (1981), Las aventuras del Barón Munchausen (1989), El rey pescador (1991) (Pescador de ilusiones), la mencionada Twelve Monkeys (Doce monos) (1995), Fear and Loathing in Las Vegas (Miedo y asco en las Vegas) (1998), (Los hermanos Grimm) (2005), Tideland (2005) (no me gustó), The Imaginarium of Doctor Parnassus (2009) y Brazil (Brasil) (1985), la película que les traigo hoy.
En el reparto se destacan los por entonces jóvenes: Jonathan Pryce (Sam Lowry); Robert De Niro (Harry Tuttle); Ian Holm (Mr. Kurtzmann); Bob Hoskins (Spoor); Michael Palin (compañero de los Monty Python) (Jack Lint); Katherine Helmond (Ida Lowry); Ian Richardson (Mr. Warrenn); Peter Vaughan (Mr. Helpmann ), Kim Greist (Jill Layton); Jim Broadbent (Dr. Jaffe) y Barbara Hicks (Mrs. Terrain).
A modo de resumen podemos indicar que la acción se desarrolla en un extraño y deprimente universo futurista donde reinan las máquinas, una mosca cae dentro de un ordenador y cambia el apellido del guerrillero Harry Tuttle (Robert de Niro) por el del tranquilo padre de familia Harry Buttle, que es detenido por el complejo aparato represor del Estado y muere en sus manos. El tranquilo burócrata Sam Lowry (Jonathan Pryce) es el encargado de devolver un talón a la familia de la víctima, pero al hacerlo conoce a Jill Layton (Kim Greist), la mujer de sus sueños, y, mientras la persigue, se encuentra, hace amistad y se convierte en cómplice de Harry Tuttle.
La ambientación de la película tiene muchos puntos de comparación con 12 monos, donde Bruce Willis y Brad Pitt debieron sufrir esa mezcla de futuro decadente y pasado reciente.
Por supuesto les super recomiendo esta película que figura entre mis favoritas. Por ello los acerco hasta la puerta de Puro Ocio donde gentilmente se las prestan por un ratito. Que la disfruten. Chau.
0 comentarios:
Publicar un comentario
El mismo será publicado luego de ser aprobado por el autor del blog. Muchas gracias